"El movimiento imperial no surgirá hasta que haya en el mundo un ser capaz de gobernarse a sí mismo"

martes, 26 de octubre de 2010

XV. Planteamientos alternativos, observados desde otra esfera, que se arman y desmontan como un cubo de rubik

De haberlo sabido no se habría comido toda la tarta.

Los días ya se le estaban haciendo pesados y la diversión que tendría que estar obteniendo de meses de verano se había esfumado hace tres semanas.

Las vacaciones familiares, que habían impedido el desarrollo de su viaje personal en busca de estabilidad en su vida, habían sido finalmente canceladas por problemas totalmente ajenos al núcleo genealógico.

Ya había llamado al colegio y había explicado la situación, había pagado lo que le debía del alquiler a su casero, había trasladado todos los muebles de lujo, que el hombre de la bufanda amarilla le había regalado, al trastero del piso de su amiga de ultramar y había dejado, muy a su pesar, a Rigoberto Volador en manos de Eduardo Manzano.

Estaba harta y no quería ya más nada.

Estaba muy motivada y necesitaba un cambio de verdad.

Se encontraba haciendo un sudoku cuando una señora con incontinencia urinaria, muy poco acostumbrada a estar fuera de casa, le preguntó por los baños.

- Siga todo recto y cuando llegue a esa tienda de revistas gire a la derecha.
- Muchas gracias maja.
- No se preocupe, no hay que darlas a la ligera.

Siguió con su sudoku, rezando al dios de los impacientes que el señor que tenía justo después de ella en la cola de facturación, que no paraba de mirar el cuadernillo por encima del hombro, no le resolviera ninguno de los números que estaba mirando sin ningún tipo de disimulo.

Suspiró y volvió a suspirar, apretó su bolsa y tiro de la maleta para avanzar tres o cuatro pasos y volver a su estado estático. Todavía era de noche. Era demasiado pronto para estar haciendo nada y demasiado tarde como para seguir perdiendo el tiempo de su vida.

Había querido evitar la charla adolescente con su madre, que seguramente habría intentado obligarla, con cualquier medio que tuviera disponible, a no emprender su viaje cual rauda paloma Juan Pelotilla.

- Juan Pelotilla, susurró. Acto seguido pensó en la razón por la que ese nombre le había venido a la cabeza y fue divagando de oca en oca hasta que se convirtió en la primera de la cola y tuvo que cargar su maleta en la cinta e interactuar con la señorita de uniforme.

Una vez desaparecida su maleta y recibido su billete, sólo le tocó esperar cerca de su puerta de embarque, no sin antes experimentar otra cola en el detector de metales que, por suerte, no pitó bajo su presencia.

Sacó su portátil de su equipaje de mano y lo enchufó cerca de una columna en la que no había nadie. Se sentó en el suelo y terminó su mail tras 20 minutos pensando, escribiendo y corrigiendo errores. Sólo lo mandaría una vez hubiera llegado, pero quería tenerlo escrito de antemano, no sabía cuando volvería a tener internet, y no le apetecía buscar una cafetería o biblioteca con conexión Wi-Fi nada más llegar a su destino.

Sé cansó de escuchar de forma repetida la voz que, por los altavoces de las instalaciones, explicaba que el aeropuerto era silencioso y que por ello no se transmitían las informaciones de los vuelos de modo sonoro. Le habría dado igual. En cuanto terminó su mail conectó sus auriculares a su discman, apagó y cerró el portátil y se puso a escuchar el disco que utilizaba para las largas esperas.

De pronto volvió a sentirse mal, tanto que tuvo que ir de nuevo al baño. Era la segunda vez en ese día por lo que la mujer pseudo-gnomo rezó para que también fuera la última. Tras tirar de la cadena y lavarse de nuevo los dientes se miró al espejo. No entendía como podía notársele tan pronto.

Suspiró, esta vez con una sonrisa en la boca. Salió del baño, se dirigió al panel de información de salidas y comprobó extrañada que, por primera vez en su vida, el avión saldría a tiempo.

35 minutos después se encontraba en el avión, con la ventana a su izquierda, el cinturón abrochado y el sudoku de nuevo en sus manos, esperando ser resuelto de una vez por todas.

Finalmente, sólo supo cerrar la historia quedándose dormida nada más finalizar el despegue.

6 Comentarios Kracovianos:

Havok dijo...

"¿Está embarazada?, ¿se pira por eso?..." Esa es mi impresión después de leer este capítulo.
Me encanta entrar en el blog por azares del destino, después de varias semana, y encontrarme cosas nuevas...

Stranvock dijo...

cuando e leido "Era la segunda vez en ese día por lo que la mujer pseudo-gnomo rezó para que también fuera la última." he pensado q estaba embarazada, cuando dice lo d q...no entendia como s l notaba tan pronto... no s...si esta embarazada m pareceria decepcionante por dejarlo tan claro cuando en otras ocasiones la evidencias d la noma eran casi inexistentes.

p.d. un consejo para la noma, creo q es peligroso volar en las primeras semanas d gestacíon.

Fer Llamazares dijo...

vaya por Dios!

el avion saldria a tiempo...

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, saludos desde Mexico!

Charles Parrens dijo...

Gracias!!

Anónimo dijo...

Saludos, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!

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